EL CORAZÓN DE LA BESTIA (MARÍA MARTÍNEZ)

La alumna María Martínez de 3º ESO A nos deleita con este relato. Es IMPRESIONANTE. No dejes de leerlo.

Sucedió que, hace cinco años, en Autol, vivía un rico comerciante que tenía tres hijos y tres hijas, todos ellos muy guapos, pero en especial Mayra, la más joven, ella era buena y humilde, mientras que sus dos hermanas de pelo negro como los cuervos, eran ambiciosas y muy superficiales. Siempre vestían con ropa de marca y luciendo sus preciosos zapatos, pero Mayra veía más allá del dinero.

Mayra era amiga de todo el mundo, sin discriminar a nadie, al contrario que sus hermanas, que únicamente se rodeaban de gente popular. Sus hermanas siempre se reían cuando veían a Mayra con uno de sus amigos, Billy, al que la gente apodaba como “Bestia” por su forma de vestir y su apariencia de macarra. Sin embargo, Mayra era la única persona a la que no le importaba lo que la gente dijera sobre él y no le juzgaba por su apariencia.

Pasaron unos años y la familia había perdido mucho dinero en empresas que habían quebrado por la crisis, hasta que finalmente cayeron en la pobreza.

Tras esto, las hermanas se quedaron sin amigos ni pretendientes, mientras que Mayra y Billy seguían siendo muy amigos.

Un día, mientras paseaban por un enrome jardín lleno de preciosas rosas, Billy se paró frente a Mayra y le dijo:

-Mayra, has sido la única persona que ha sido capaz de ver en mi más allá de mi imagen, y por eso te estoy muy agradecido y has hecho que sienta por ti algo muy especial, por eso, ¿Quieres ser mi novia?

-Claro que si, Billy. El resto de personas no ha intentado conocerte ni te han dado la oportunidad que te mereces.

Al poco tiempo sus hermanas se enteraron de la noticia, y al ver a Mayra tan feliz junto a Billy se murieron de envidia, ya que ellas estaban solas por ser tan superficiales.

Pues, si te fijas únicamente en el aspecto externo de las personas, jamás serás capaz de ver su interior, que es lo que realmente vale la pena. Y es que el aspecto externo y el físico pueden cambiar, pero el interior siempre será el mismo.